Bienvenid@


Querido soñador/a, bienvenid@
Soy Silvia Soñadora. Escribo para reflejar todo lo que mi alma quiere gritar. Un buen libro y un café. El ritmo de una canción. Sonrisas. Amor. Arte.
Esas pequeñas cosas que hacen esta vida tan bonita.
Dicen que escribir es el espejo del alma, así que las palabras aquí escritas serán mi reflejo.

Como parte de mis sueños, espero que disfrutes la lectura.

Él

29.1.18

Él, y su piel.
Sus lunares de la espalda.
Su cicatriz en la comisura
de la boca.

Ay, su boca.
Sus labios cortados,
sus besos de miel,
sus labios 
rozándome la piel,
pequeñas dosis de placer.

El placer
de encontrar 
mi sitio
en sus ojos.

Joder, sus ojos
que lugar 
más bonito 
para perderse 
para siempre.

Cerca, muy cerca, 
que su colonia 
se mezcle con la mía.

Para que mi ropa, 
me arrope,
como él. 

Y quedarme sus jerséis,
perder mis coleteros 
en sus muñecas, 
Y volver otra vez,
a todo,
a él.
Que vayamos 
de la mano,
que sus dedos,
busquen los míos. 
Que mis labios,
que mis ojos, 
que mi amor
encuentre el suyo.

Siempre
en él.
En su piel.

Silvia Soñadora

Carta a mi Margarita favorita

11.1.18

A mi margarita favorita, mi margaritinchi, a ti, mamá.

Creo que escribir es mi  mejor forma de expresar, y aunque aún no he conseguido nunca decir todo lo que siento cuando se refiere a ti, espero que con esta carta te llegue al menos una parte del amor con el que la escribo.

Gracias, gracias infinitas, por ser, por estar, por ser conmigo y enseñarme a ser por mí misma. Gracias por enseñarme a luchar por aquello que quiero, por educarme en libertad, y hacer de mí alguien capaz de tomar decisiones, de arriesgarse, y de persistir en sus sueños.
Gracias mamá, por darme la mano cuando no sabía como levantarme, por escuchar el huracán de miedos que me frenaban, gracias por la paciencia, por el espacio, por el cariño, la comprensión y el apoyo incondicional.

Gracias por caminar a mi lado, dejándome libre para tomar mi propia dirección. Por darme alas y capacidad para volar. Gracias por confiar en mí, por creer en mí.

Eternamente gracias por intentar entenderme cuando ni yo lo hacía, y gracias por entender que hay cosas que no te puedo explicar, y aún así siempre apoyarme.

Gracias por tus abrazos salvavidas, por calmar los terremotos que me vuelven majareta, gracias por escuchar y abrazar mi amasijo de emociones. 
Gracias por dejarme equivocarme, dejarme aprender, todo por mí misma, contigo a mi lado.
Gracias por estar tan cerca estando a tantos kilómetros.

Estos últimos meses, he valorado más que nunca lo bonito que es estar tan unida a ti, tanto que estar en continentes diferentes no significa apenas nada. 

Eres lo mejor de mí, y lo mejor tú. Eres luchadora, trabajadora, positiva, divertida, y de mentalidad libre y abierta. Eres una mujer valiente y capaz de todo. Te mereces todo lo bueno y bonito del mundo. Y tienes una madre que vale oro a toneladas, como tú.

Felicidades mamá, por tu cumpleaños, y por ser tan increíble como eres.

No he encontrado aún palabras capaces de expresar lo muchísimo que te quiero, pero es más que suficiente para llegar a España y abrazarte muy fuerte.

Siempre fuertes y felices. Siempre juntas.

Con mucho amor,
Silvia